Nadie muere de amor

Nadie muere de amor

¿Eres de las que escribías diarios cuando eras más jovencita? Yo sí, como podrás imaginar. Tengo unos cuantos que aún conservo a día de hoy, aunque debo reconocer que no sé muy bien su ubicación física en estos momentos.

Es lo que tiene haber hecho varias mudanzas, pero seguro que están a buen recaudo en el trastero en alguna caja de esas que mi padre pide en el Frutos Secos El Rincón de mi barrio cada vez que necesitamos empaquetar algo.

No pienses que me da comisión esta franquicia por hacerle publicidad ni nada por el estilo, nada más lejos de la realidad. Pero mi padre compra todos los santitos días el pan ahí y tiene confianza el hombre para que le provean de cajas que ellos ya no van a utilizar. Concienciados con el reciclaje que estamos en mi familia…

Aunque así, en petit comité y en voz muy bajita, te confieso que yo todavía no sé a qué contenedor van algunos residuos, y a lo mejor los estoy tirando en el contenedor equivocado y resulta que estoy reciclando como el culo. ¿A ti también te ocurre?

(Confiesa que has leído este último párrafo como si te estuviera susurrando muy cerquita del oído ???)

Pero oye, voluntad le pongo, y eso es lo que cuenta ¿no? Y si un día se me escapa un envase que yo creo que lo es, pero que resulta que no lo es porque lleva no sé qué que lo hace más orgánico que otra cosa, yo creo que el medio ambiente me lo perdonará ?

Volviendo al tema que nos ocupa hoy porque así lo he decidido yo, que para eso es mi blog, durante muchos años de mi adolescencia estuve llenando hojas y hojas de diarios contando mis dramas emocionales y desventuras amorosas.

Y digo bien, desventuras, porque eran más bien eso que aventuras. Sobre todo por el dramatismo con el que las vivía. Y es que, a ciertas edades, lo peor que te puede pasar es que no te haga caso el chico que te gusta. O que esté con otra. O que te deje.

Madre mía…como se nota que en esos momentos no sabemos de qué va la vida de verdad. Y que vamos a tener que enfrentarnos a cosas que nos van a poner a prueba en serio.

Con el tiempo aprendes, o eso espero, que nadie muere de amor (excepto algunas parejas de animales como los agapornis), y que cada relación es un aprendizaje de vida y una experiencia que acumulas.

Pero claro, mientras lo estás viviendo pues se sufre, no nos vamos a engañar. Tengas quince, treinta o cincuenta años. Aunque si has aprendido y madurado, lógicamente vas a poder gestionar todas esas emociones que surgen mucho mejor.

Sea como sea, en formato diario, en formato carta o en frases al libre albedrío, poder plasmar por escrito toda esa montaña rusa de sentimientos siempre ayuda ¿no te parece?

Como decía el gran Paco Umbral, que Dios guarde en su gloria:

“Escribir es la manera más profunda de leer la vida”

Precioso ¿verdad? ?

Porque eso de desahogarse con las amigas está genial, por supuesto. De hecho, es totalmente necesario. ¿Qué harías tú sin esas loquitas del alma que te escuchan y te aconsejan con sus mejores intenciones? ¿Y que incluso te echan la bronca de vez en cuando y te hacen abrir los ojos en muchas ocasiones?

Pero te puedo asegurar que escribir puede ser de lo más terapéutico también. Da igual el tipo de problema, agobio o situación complicada que estés viviendo.

Coge un bolígrafo, un cuaderno y empieza a escribir todo aquello que te venga a la cabeza. No te preocupes si no pones comas, mayúsculas o metes la pata con la g y la j. Nadie te va a juzgar, es algo para ti, para liberar tus emociones, para soltar.

Y después haz lo que quieras con todas esas letras. Guárdalas con llave, rómpelas, quémalas…es tu decisión. Es un proceso personal por y para ti ?

¿Te atreves???

¡Feliz día, despeinad@! ?

PD: Si te apetece comentar algo ¡me encantará leerlo!

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10 Comments Hide Comments

Mi diario lo quemé a los 15 años cuando me di cuenta que mi prima sabía todos mis secretos y leía a escondidas mi diario. Que desilusión!!!. Escribir baja los niveles de tensión al igual que hablar con las amigas!!!!

Buff! A esas edades tu diario es lo más sagrado y que lean tus secretos es una tragedia! Pero aún así, escribir y hablar con las amigas como bien dices es buenísimo para tu salud jajaja.
Un besazo guapa!

Estupendo! La mejor manera de hacer salir esos sentimientos que se quedan atascados en la garganta es liberarlos en la hoja

Síiii es una terapia fantástica y liberadora! Yo creo que todos deberíamos probarla dejando de lado nuestros propios prejuicios a la hora de escribir…Como digo en el post, olvídate de si escribes mejor o peor, ¡es solo para ti!

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