Por si acaso

Por si acaso

Acabas de aparcar. Te alejas unos metros del coche y justo cuando lo pierdes de vista, te entran todas las dudas del mundo.

¿He cerrado bien la puerta? ¿He subido la ventanilla? ¿He plegado los espejos?

¿HE ASEGURADO BIEN EL MALETERO PARA QUE NO DESCUBRAN EL CADÁVER QUE LLEVO ESCONDIDO DENTRO???? ?

Esta última pregunta solo se aplica si eres una asesina, evidentemente.

Pero, en caso contrario (que espero seáis la mayoría, por Dios, qué clase de gente me leéis), seguro que más de una vez te han surgido esas y otras dubitaciones.

Y claro, una vez que aparecen, ya no te puedes quitar ese runrún de la cabeza. Vamos, que una vocecita interior te obliga imperiosamente a volver sobre tus pasos para comprobar que, efectivamente, todo está en perfectas condiciones.

Porque en el 99,99 % de los casos, has cerrado la puerta, has subido la ventanilla y has plegado los espejos si es menester.

Pero POR SI ACASO.

A mí personalmente, esto me pasa con algunas otras cosas, aparte de con el coche.

Por ejemplo, cada vez que salgo de casa.

Es como si tuviera instalado un checking list mental y fuera poniendo ticks conforme hago el repaso final:

• Comprobación de fuegos apagados √

• Comprobación de plancha desconectada √

• Comprobación visual de gato vivito y coleando √

Y si no, no me quedo tranquila. La de veces que he vuelto a abrir la puerta solo para ver a mi gato, y cerciorarme de que no se había volatilizado en esos escasos segundos que no lo había vigilado.

POR SI ACASO.

Reconozco que todo esto también se puede catalogar como colección de manías de esta loca que escribe.

Como las que tengo a la hora de ducharme en verano.

Mi procedimiento habitual viene siendo tal que así:

Abro el grifo a tope del lado rojo. Sí, sí, el del agua caliente. Y sí, aunque estemos a 40 grados.

¿Qué parte no te ha quedado clara de que soy friolera en grado extremo? ?

Entro en la ducha con tiento, consciente de que me voy a quemar un poquito de primeras. Efectivamente, el agua arde y tengo que mover el grifo hacia el lado azul. Pero poco a poco. Y así, cuando mi cuerpo serrano considera que el agua está templadita, ni frío ni calor, pues ahí pongo el stop ✋

Pero agua fría del todo, jamás. No me vaya a dar un tabardillo. Y me encuentren en la ducha moribunda y en pelotas. Vaya forma más indigna de morir.

Así que, POR SI ACASO.

Eso sí, en el top five de mis manías, está por supuesto la de las pinzas. Pero a esa ya le dediqué un post en su día, por lo que, si quieres enterarte de mi parte más friki, pásate por La vida está hecha de pequeños placeres. Y échate unas risas a mi costa, te doy permiso.

Aunque, tampoco te rías tanto, que cada uno tenemos las nuestras ¿eh?. Y el que diga que no, miente como un bellaco (si me cuentas las tuyas en los comentarios, contribuirás a apaciguar mi sentimiento de soledad en este vasto mar de incomprensión)

Y es que, cuántas cosas hacemos o dejamos de hacer “por si acaso”.

Como cuando llenamos la maleta de porsiacasos. Por si hace frío, por si hace calor, por si llueve, por si truena, por si graniza o por si nos pilla un huracán.

Y así vamos llenando nuestra vida también.

POR SI ACASO fracaso, mejor ni lo intento.

POR SI ACASO me rechazan o no me aceptan, mejor me callo lo que pienso o lo que siento.

POR SI ACASO me hacen daño, mejor me pongo una coraza y finjo ser más dura de lo que soy.

POR SI ACASO la vida me hace sufrir, mejor renuncio a vivirla.

La vida no siempre va a ser cómo a ti te gustaría. Pero siempre, siempre, va a merecer la pena exprimirla.

Con sus altos y sus bajos, con sus alegrías y sus tristezas, con sus éxitos y sus aprendizajes (que no fracasos).

Porque, hasta donde sabemos a día de hoy, solo tenemos una vida.

Y si resulta que luego vienen más vidas de regalo, las disfrutamos como si fueran únicas.

¿No te parece un buen plan? ?

¡Pues apúntate y deja que la vida te despeine!

¡Feliz día despeinad@! ?

PD: Si te apetece comentar algo me encantará leerlo!